“Let not God speak to us, lest we die”/“No dejes que Dios nos hable directamente, o moriremos”
Bilingual Sermon preached by the Rev. Rhonda J. Rubinson, priest-in-charge
Church of the Intercession, NYC
October 4, 2020
Texts: Exodus/Exodo 20:1-4, 7-9, 12-20, Matthew/Mateo 21:33-46
In the name of God: Father, Son, and Holy Spirit. Amen.
En el nombre de Dios: El Padre, el Hijo, y el Espiritu Santo. Amen.
Today’s first and last readings are more related than they may seem; both speak of our relationship to God. In Exodus, Moses gives Israel the 10 Commandments, the foundation of what we call “the Law.” Now we think of the “law” as a set of rules that function kind of like an electric fence that keeps us confined to certain behaviors – and if you try to escape you will be “zapped” by punishment from God. So, laws feel like constraints to us.
La primera y la última lectura de hoy están más relacionadas de lo que puede parecer; ambas hablan de nuestra relación con Dios. En el libro de Exodo, Moisés le da a Israel los 10 mandamientos, que es el fundamento de lo que llamamos “la Ley.” Ahora pensamos en la “ley” como un conjunto de reglas que funcionan como una cerca eléctrica que nos mantiene confinados a ciertos comportamientos, y si intentas escapar serás “golpeado” por el castigo de Dios. Por lo tanto, las leyes se sienten como restricciones para nosotros.
Yet, God’s intention was not to constrain but to reward. Did you know that the word that we translate as “commandments” is “mitzvot” in Hebrew – and that “mitzvot” means “blessings”? It’s the plural of the word “mitzva” which New Yorkers know means a blessing – doing a “mitzva” for someone, like carrying someone’s groceries, is something you don’t have to do but you want to do, to give someone an unexpected gift, a blessing. That’s what the 10 Commandments are – the “10 Mitzvot.” They are meant to bless; they are the gift God gave to his beloved children to help them honor him, live in his love, and in turn bring God’s love to others.
Sin embargo, la intención de Dios no era restringir sino recompensar. ¿Sabías que la palabra que traducimos como “mandamientos” es “mitzvot” en hebreo, y que “mitzvot” significa “bendiciones”? Es el plural de la palabra “mitzva” que los neoyorquinos saben lo que significa una bendición: hacer una “mitzva” para alguien, como llevar los alimentos de alguien, es algo que no tienes que hacer pero quieres hacerlo, darle a alguien un regalo inesperado, es una bendición. Eso es lo que son los 10 Mandamientos: las “10 Mitzvot” (bendiciones). Están destinados a bendecir; son el don que Dios dio a sus amados hijos para ayudarlos a honrarlo, vivir en su amor y, a su vez, llevar el amor de Dios a los demás.
What’s fascinating is the reaction of Israel – instead of accepting God’s gift of loving intimacy, while the mountain is still quaking, as God’s voice is still sounding like a trumpet, the people implore Moses to get between them and God to protect them: “You speak to us, and we will listen; but do not let God speak to us, or we will die.” In this moment of sacred blessing, they instead choose to keep God at a distance, unwilling to give up their own often sinful desires in order to be close to him, as the Mitvot asked them to do. They are trying to hide from God’s direct gaze, knowing – planning, really – to fall short of God’s hopes. In this they are not alone in the Bible.
Lo que es fascinante es la reacción de Israel – en lugar de aceptar el don de Dios de un amor la intimo, mientras la montaña todavía está temblando, y la voz de Dios todavía suena como una trompeta, el pueblo implora a Moisés que se ponga en el medio de ellos y Dios y asi protegerlos: “Tú hablas con nosotros, y nosotros te escucharemos; pero no dejes que Dios nos hable directamente, o moriremos”. En este momento de bendición sagrada, ellos en cambio eligen mantener a Dios a distancia, sin querer renunciar a sus propios deseos que a menudo son pecaminosos para estar cerca de él, como el Mitvot les pidió que hicieran. Están tratando de esconderse de la mirada directa de Dios, sabiendo – planificando, realmente – para quedarse cortos de las esperanzas de Dios. En esto no están solos en la Biblia.
Adam and Eve tried to hide in the Garden of Eden, even sewed fig leaves together to cover themselves. Cain tried to deny killing his brother Abel, and later on, Jonah tried to run from God’s presence. None of this worked. And it doesn’t work for the Israelites either.
Adán y Eva trataron de esconderse en el Jardín del Edén, incluso juntaron hojas de higos y las cosieron para cubrirse. Caín trató de negar el matar a su hermano Abel, y más tarde, Jonás trató de huir de la presencia de Dios. Pero nada de esto funcionó. Y tampoco funcionó para los israelitas.
When we try to hide from God, we get ourselves into worse trouble, and sin even more grievously. Here’s something you might not realize – today’s reading where God himself announces the 10 Commandments takes place several weeks before Moses climbs Mt. Sinai to get the tablets on which these commandments are written. Would Moses have had to climb Sinai at all if Israel had not rebuffed God’s offer to speak to them directly? No. And what did Israel do while Moses was off on that unnecessary errand? They held an orgy around the Golden Calf where they broke every single one of the 10 Commandments, rejecting the gift that God had offered them so recently.
Cuando tratamos de escondernos de Dios, nos metemos en peores problemas, y pecamos aún más gravemente. Esto es algo que tal vez no te des cuenta: la lectura de hoy donde Dios mismo anuncia los 10 Mandamientos tiene lugar varias semanas antes de que Moisés suba al Monte Sinaí para obtener las tablas en las que están escritos estos mandamientos. ¿Habría tenido Moisés que subir al Sinaí si Israel no hubiera rechazado la oferta de Dios de hablarles directamente? No. ¿Y qué hizo Israel mientras Moisés estaba cumpliendo esa misión innecesaria? Tenían una orgía alrededor del becerro de oro rompiendo cada uno de los 10 mandamientos, rechazando el don que Dios les había ofrecido recientemente.
But despite their attempt to reject him, God never rejected his people in return, and tried once again to overcome our fear of him by sending his son Jesus to live among us. Yet, we still rejected God. Sadly, our innate tendency to sin is made worse by our desire to keep God at a distance. Even when there are warning lights flashing red all around us, we always hope to get away with behavior that we know is wrong, because we still are afraid that if God speaks to us, we will die.
Pero a pesar de su intento de rechazarlo, En cambio Dios nunca rechazó a su pueblo, y trató una vez mas de vencer de nuevo nuestro temor de él enviando a su hijo Jesús a vivir entre nosotros. Sin embargo, todavía rechazamos a Dios. Tristemente, nuestra tendencia innata al pecado se agrava por nuestro deseo de mantener a Dios a distancia. Incluso cuando hay luces rojas de advertencia que destellan alrededor de nosotros, siempre esperamos salir con nuestro comportamiento que sabemos que está mal, porque todavía tenemos miedo de que si Dios nos habla, nosotros moriremos.
The gospel reading shows this graphically. A landowner (who symbolizes God) tries again and again to send slaves (who symbolize the Hebrew prophets) who repeatedly try to warn and save Israel; but they are all disregarded or killed. Finally, God the landowner sends Jesus his son hoping for a different result, but he is murdered too. The gospel goes on to say that because the tenants rejected and finally killed their chances to be part of the legacy of the vineyard (which symbolizes God’s kingdom), they have now earned permanent disinheritance and the death penalty.
La lectura del Evangelio lo muestra gráficamente. Un terrateniente (que simboliza a Dios) intenta una y otra vez enviar esclavos (que simbolizan a los profetas hebreos) que repetidamente advirtieron e intentan salvar a Israel; pero todos son ignorados o asesinados. Finalmente, Dios el terrateniente envía a Jesús su hijo, esperando un resultado diferente, pero él también es asesinado. El Evangelio continúa diciendo que debido a que los inquilinos rechazaron y finalmente mataron, sus posibilidades de ser parte del legado del viñedo (que simboliza el reino de Dios), ellos ahora se han quedado desheredados permanente y han ganado la pena de muerte.
Now, I’m going to say something that you may disagree with, but then I’ll try to explain it. We are just like the tenants in the gospel. How? There is nothing going on in our world today that should surprise us – I didn’t say “shock us,” because shock is a reaction to the speed with which surprises arrive. The “surprises” of a pandemic, social unrest, increasing storms and fires, and our democracy under threat should not be surprises because the warning lights have been flashing red for decades if not longer. God has sent us warnings, but we chose to push them away.
Ahora voy a decirles algo con lo que algunos no estaran de acuerdo, pero entonces trataré de explicarles. Nosotros somos como los inquilinos en el evangelio. ¿Cómo? No hay nada que nos sorprenda en nuestro mundo de hoy, no dije “conmocionarnos”, porque la conmocion es una reacción a la velocidad con la que llegan las sorpresas. Las “sorpresas” de una pandemia, el malestar social, el aumento de las tormentas y los incendios, y nuestra democracia amenazada no deberían ser sorpresas porque las luces de advertencia han estado parpadeando en rojo durante décadas, si no más. Dios nos ha enviado advertencias, pero elegimos alejarlas.
Doctors have warned us of a pandemic for many years, yet our current administration defunded the agency that was helping us prepare. Social unrest has been boiling under the surface of our country since its founding, yet we turned away. Scientists have warned us about the dire consequences of global warming since the 1940’s, yet we preferred our cars and our oil profits. And the current threats to our democracy date back at least to the nasty politics of the 1990’s, possibly earlier, but we tolerated the cynicism with which our government has been viewed ever since, thinking it could never truly destroy us.
Los médicos nos han advertido de una pandemia durante muchos años, pero nuestra actual administración desfinancio la agencia que nos estaba ayudando a prepararnos. El malestar social ha estado hirviendo bajo la superficie de nuestro país desde su fundación, pero au nasi no escuchamos. Los científicos nos han advertido sobre las terribles consecuencias del calentamiento global desde la década de 1940, pero preferimos nuestros coches y nuestras ganancias petroleras. Y las amenazas actuales a nuestra democracia se remontan al menos a la política desagradable de los años 90, posiblemente antes, pero toleramos el cinismo con el que nuestro gobierno ha sido visto desde entonces, pensando que nunca podría destruirnos realmente.
God has been trying to warn us in many ways: through the voices of authorities, and of course especially through the words of Jesus who has consistently tried to call us to justice, imploring us to not just respect but to love our enemies, and to forgive each other without limit or precondition. But our response has still been, “Do not speak to us, or we will die.” Just as those before us have, we sought to put distance between us and God in the vain hope that we can somehow hide from God’s gaze and keep behaving in ways that we know are destructive without reaping the results.
Dios ha estado tratando de advertirnos de muchas maneras: a través de las voces de las autoridades, y por supuesto especialmente a través de las palabras de Jesús que ha tratado constantemente de llamarnos a la justicia, implorándonos no sólo que respetemos sino que amemos a nuestros enemigos, y que nos perdonemos unos a otros sin límite ni condiciónes. Pero nuestra respuesta ha sido: “No nos hables, o moriremos”. Al igual que aquellos que nos precedieron antes, hemos tratado de poner distancia entre nosotros y Dios con la esperanza vana de que de alguna manera podamos escondernos de la mirada de Dios y seguir comportándonos de maneras que sabemos que son destructivas sin cosechar los resultados.
Church, this is the time repent of our unwillingness to listen to God – after all, the world is offering us real reasons to be afraid while we should have no fear of God; listening and to heeding God’s voice can only help. Jesus is still speaking, if we are willing to hear My prayer for is: “Please God, speak to us, that we may live.”
Iglesia, este es el momento de arrepentirnos de nuestra falta de voluntad para escuchar a Dios – después de todo, el mundo nos ofrece verdaderas razones para tener miedo cuando no deberiamos tener miedo a Dios; escuchando y siguiendo la voz de Dios sólo puede ayudar. Jesús todavía está hablando, si estamos dispuestos a escuchar. Mi oración es: “Por favor, Dios, háblanos, para que podamos vivir”. Amén.